Descripción: Una política general de prevención de pérdida de datos es un conjunto de directrices y procedimientos diseñados para proteger la información sensible y garantizar su integridad, confidencialidad y disponibilidad. Esta política establece las normas que deben seguir los empleados y la organización en su conjunto para prevenir la pérdida, el robo o la divulgación no autorizada de datos. Incluye aspectos como la clasificación de datos, el acceso controlado, la encriptación, la formación del personal y la respuesta ante incidentes. La implementación de una política efectiva no solo ayuda a cumplir con las regulaciones legales y normativas, sino que también refuerza la confianza de los clientes y socios comerciales. En un entorno donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, contar con una política robusta es esencial para mitigar riesgos y proteger los activos más valiosos de una organización: su información. Además, una política bien definida puede facilitar la recuperación de datos en caso de incidentes, asegurando que la organización pueda continuar operando con mínima interrupción. En resumen, la política general de prevención de pérdida de datos es un componente crítico de la estrategia de seguridad de cualquier entidad, ya que establece un marco claro para la protección de la información en un mundo digital en constante evolución.
