Descripción: Las Prácticas de Codificación Segura son un conjunto de directrices diseñadas para desarrollar aplicaciones de software que sean resistentes a ataques y vulnerabilidades. Estas prácticas se centran en la creación de código que minimice los riesgos de seguridad, garantizando que las aplicaciones sean robustas frente a amenazas externas. En un entorno de confianza cero, donde se asume que tanto los usuarios como los sistemas pueden ser potencialmente inseguros, estas prácticas se vuelven aún más cruciales. Incluyen técnicas como la validación de entradas, la gestión adecuada de errores, el uso de cifrado para proteger datos sensibles y la implementación de controles de acceso estrictos. La codificación segura no solo se trata de evitar errores comunes, sino también de adoptar un enfoque proactivo en la identificación y mitigación de riesgos. Al seguir estas directrices, los desarrolladores pueden contribuir a la creación de un ecosistema digital más seguro, donde la integridad y la confidencialidad de la información se mantengan, incluso en entornos complejos y distribuidos. La implementación de estas prácticas es esencial para proteger tanto a las organizaciones como a los usuarios finales de posibles brechas de seguridad y ataques cibernéticos.
