Descripción: La presión de retroceso es un mecanismo crucial en el procesamiento de flujos de datos que busca prevenir la pérdida de información cuando los consumidores de datos se ven abrumados por la cantidad de información que reciben. Este fenómeno ocurre en sistemas distribuidos donde los productores generan datos a un ritmo que puede exceder la capacidad de los consumidores para procesarlos. La presión de retroceso actúa como un regulador, ralentizando a los productores para que ajusten su velocidad de producción a la capacidad de consumo disponible. Este enfoque ayuda a mantener la integridad de los datos, optimiza el uso de recursos en el sistema, evita cuellos de botella y garantiza un flujo de trabajo más eficiente. Este mecanismo es esencial en aplicaciones donde la latencia y la pérdida de datos son críticas, como en el análisis en tiempo real y la transmisión de datos en vivo.
