Descripción: La ‘presión prolongada’ es un gesto táctil que implica que un usuario presiona y mantiene un botón durante un tiempo más prolongado. Este tipo de interacción se utiliza comúnmente en dispositivos móviles y sistemas operativos para activar funciones específicas o acceder a menús contextuales. A diferencia de un toque simple, que puede ejecutar una acción inmediata, la presión prolongada permite a los usuarios realizar selecciones más complejas o acceder a opciones adicionales. Este gesto es especialmente útil en interfaces donde el espacio es limitado, como en teléfonos con pantallas pequeñas, ya que permite una navegación más eficiente y una experiencia de usuario más rica. La presión prolongada puede ser utilizada para abrir menús de configuración, activar funciones especiales o incluso eliminar elementos en aplicaciones. Su implementación en diferentes dispositivos y sistemas operativos resalta su importancia en la optimización de la interacción del usuario, facilitando el acceso a múltiples funciones sin necesidad de complicadas combinaciones de teclas o gestos. En resumen, la presión prolongada es un gesto que mejora la usabilidad y la accesibilidad en dispositivos móviles, permitiendo a los usuarios interactuar de manera más efectiva con sus dispositivos.