Principio Abierto-Cerrado

Descripción: El Principio Abierto-Cerrado es un concepto fundamental en la programación orientada a objetos que establece que las entidades de software, como clases, módulos y funciones, deben estar abiertas a la extensión pero cerradas a la modificación. Esto significa que se debe poder añadir nuevas funcionalidades a un sistema sin alterar el código existente. Este principio promueve la creación de software más robusto y mantenible, ya que al evitar modificaciones en el código ya probado, se minimizan los riesgos de introducir errores. La implementación de este principio se logra comúnmente a través de técnicas como la herencia y la composición, donde se pueden crear nuevas clases que extienden el comportamiento de las clases existentes sin necesidad de modificar su código. Además, el uso de interfaces y clases abstractas permite definir contratos que las nuevas implementaciones deben seguir, garantizando así que el sistema se mantenga coherente. En el contexto del desarrollo guiado por pruebas (TDD), el Principio Abierto-Cerrado es especialmente relevante, ya que facilita la creación de pruebas unitarias para nuevas funcionalidades sin afectar las pruebas existentes, lo que contribuye a un ciclo de desarrollo más ágil y seguro.

Historia: El Principio Abierto-Cerrado fue formulado por Bertrand Meyer en 1988 como parte de su trabajo sobre la programación orientada a objetos. Meyer introdujo este principio en su libro ‘Object-Oriented Software Construction’, donde enfatizaba la importancia de diseñar sistemas que pudieran adaptarse a cambios futuros sin necesidad de modificar el código existente. Desde entonces, ha sido ampliamente adoptado en la comunidad de desarrollo de software y se ha convertido en uno de los principios clave del diseño de software.

Usos: El Principio Abierto-Cerrado se utiliza en el diseño de software para crear sistemas que sean escalables y fáciles de mantener. Se aplica en el desarrollo de bibliotecas y frameworks, donde se espera que los desarrolladores extiendan la funcionalidad sin modificar el código base. También es común en arquitecturas de software, donde cada componente puede evolucionar de manera independiente.

Ejemplos: Un ejemplo práctico del Principio Abierto-Cerrado es el uso de interfaces en Java. Supongamos que tenemos una interfaz ‘Forma’ con un método ‘calcularArea’. Podemos crear diferentes implementaciones de esta interfaz, como ‘Circulo’ y ‘Cuadrado’, sin modificar la interfaz original. Si más adelante queremos añadir una nueva forma, como ‘Triángulo’, simplemente creamos una nueva clase que implemente la interfaz ‘Forma’, manteniendo el código existente intacto. Otro ejemplo es el uso de patrones de diseño como el patrón Estrategia, que permite cambiar el comportamiento de un objeto en tiempo de ejecución sin modificar su código.

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