Descripción: El Principio de Menor Asombro es un concepto fundamental en el diseño de interfaces y sistemas, especialmente en el ámbito de la tecnología interactiva. Este principio sugiere que un modelo o sistema debe comportarse de una manera que sea predecible y comprensible para los usuarios, minimizando así la sorpresa o confusión que puedan experimentar al interactuar con él. La idea es que los usuarios deben poder anticipar las acciones y reacciones del sistema basándose en sus experiencias previas y en la lógica inherente del diseño. Esto no solo mejora la usabilidad, sino que también fomenta la confianza del usuario en la tecnología, ya que un sistema que actúa de manera coherente y esperada es más fácil de entender y utilizar. En el contexto de la inteligencia artificial, aplicar este principio implica que los modelos deben ser transparentes en su funcionamiento y decisiones, permitiendo a los usuarios comprender cómo y por qué se generan ciertos resultados. En resumen, el Principio de Menor Asombro es esencial para crear experiencias de usuario efectivas y satisfactorias, especialmente en entornos donde la complejidad de la tecnología puede ser un obstáculo para la adopción y el uso efectivo.