Descripción: El Protocolo de Control de Flujo es un conjunto de reglas y procedimientos que gestionan el flujo de paquetes de datos entre dispositivos en una red. Su principal objetivo es evitar la congestión y garantizar que los datos se transmitan de manera eficiente y ordenada. Este protocolo es esencial en la comunicación de datos, especialmente en entornos donde la velocidad de transmisión y la calidad del servicio son críticas. Al regular la cantidad de datos que se envían antes de recibir una confirmación de recepción, el Protocolo de Control de Flujo ayuda a prevenir la pérdida de información y asegura que los dispositivos no se vean abrumados por un exceso de datos. Entre sus características principales se encuentran la capacidad de adaptación a diferentes condiciones de red y la implementación de mecanismos de retroalimentación que permiten ajustar el flujo de datos en tiempo real. En el contexto del streaming de datos, este protocolo se vuelve aún más relevante, ya que garantiza una experiencia fluida y sin interrupciones, lo que es crucial para aplicaciones como la transmisión de video y audio. Además, en el ámbito de la Calidad de Servicio (QoS), el Protocolo de Control de Flujo juega un papel fundamental al priorizar el tráfico de datos y asegurar que las aplicaciones críticas reciban el ancho de banda necesario para funcionar correctamente.
