Descripción: El protocolo proxy se utiliza para pasar información de conexión del cliente a los servidores backend. Este protocolo actúa como intermediario entre el cliente y el servidor, permitiendo que las solicitudes del cliente se dirijan a los servidores adecuados sin que el cliente tenga que conocer la ubicación exacta de estos. Al hacerlo, el protocolo proxy no solo mejora la seguridad al ocultar la dirección IP del cliente, sino que también optimiza la carga de trabajo al distribuir las solicitudes entre múltiples servidores. Además, permite la implementación de políticas de acceso y control, así como la posibilidad de realizar balanceo de carga, lo que es esencial en entornos de alta disponibilidad. En el contexto de redes y servidores, el protocolo proxy se convierte en una herramienta crucial para gestionar el tráfico de red, asegurando que las aplicaciones sean escalables y resilientes. Este enfoque permite a las organizaciones manejar picos de tráfico sin comprometer el rendimiento, al tiempo que proporciona una experiencia de usuario fluida y eficiente.
