Descripción: Un proxy de API es un intermediario que se encuentra entre un cliente y una API, permitiendo un procesamiento adicional. Su función principal es gestionar las solicitudes y respuestas entre el cliente y el servidor, facilitando la comunicación y optimizando el rendimiento. Los proxies de API pueden realizar diversas tareas, como la autenticación de usuarios, la limitación de la tasa de solicitudes, la transformación de datos y la agregación de múltiples respuestas en una sola. Esto no solo mejora la seguridad al ocultar la dirección del servidor real, sino que también permite a los desarrolladores implementar políticas de control de acceso y monitoreo del uso de la API. Además, los proxies pueden ayudar a manejar la carga de tráfico, distribuyendo las solicitudes entre varios servidores y mejorando la escalabilidad de las aplicaciones. En un entorno donde las APIs son fundamentales para la integración de servicios y aplicaciones, los proxies de API se han convertido en una herramienta esencial para optimizar la interacción entre diferentes sistemas y garantizar un flujo de datos eficiente y seguro.