Descripción: Las pruebas basadas en eventos se centran en los eventos que desencadenan ciertas acciones dentro de un sistema. Este enfoque se utiliza principalmente en el desarrollo guiado por pruebas (TDD) y en las pruebas de software, donde se busca validar que el sistema responda correctamente a eventos específicos. En este contexto, un ‘evento’ puede ser cualquier acción que ocurra en el sistema, como la entrada de datos por parte del usuario, la recepción de un mensaje o la activación de un temporizador. Las pruebas basadas en eventos permiten a los desarrolladores y testers verificar que el sistema no solo funcione como se espera, sino que también reaccione adecuadamente a situaciones imprevistas o a entradas no válidas. Este tipo de pruebas se caracteriza por su enfoque en la interacción del usuario y en cómo el sistema maneja diferentes estados y transiciones. Al centrarse en eventos, se pueden identificar y corregir errores que podrían no ser evidentes en pruebas más tradicionales, lo que resulta en un software más robusto y confiable. Además, este enfoque fomenta una mejor comprensión de la lógica del sistema y de cómo los diferentes componentes interactúan entre sí, lo que es crucial para el desarrollo de aplicaciones en entornos tecnológicos complejos.