Descripción: Las pruebas de estrés son un tipo de evaluación que se centra en determinar cómo se comporta un sistema bajo condiciones extremas o de alta carga. Estas pruebas son fundamentales en el desarrollo de software, especialmente en entornos de integración continua y entrega continua (CI/CD), donde se busca asegurar que las aplicaciones puedan manejar picos de tráfico o situaciones inesperadas sin fallos. A través de simulaciones de carga, se pueden identificar cuellos de botella, problemas de rendimiento y limitaciones en la infraestructura. Las pruebas de estrés no solo evalúan la capacidad de respuesta del sistema, sino que también ayudan a garantizar la estabilidad y la fiabilidad del software en situaciones críticas. Este tipo de pruebas se realiza generalmente mediante herramientas automatizadas que generan múltiples usuarios o transacciones simultáneas, permitiendo así una evaluación precisa del comportamiento del sistema. La importancia de las pruebas de estrés radica en su capacidad para prevenir fallos en producción, lo que podría resultar en pérdidas económicas y daños a la reputación de la empresa. En un mundo donde las aplicaciones son cada vez más complejas y están sujetas a variaciones en la demanda, las pruebas de estrés se han convertido en una práctica esencial para cualquier equipo de desarrollo que busque entregar software de alta calidad y rendimiento.
