Descripción: Las pruebas de fuzz son una técnica de prueba utilizada para descubrir fallos de seguridad y errores introduciendo datos aleatorios en un programa. Este enfoque se basa en la idea de que al alimentar un software con entradas inesperadas o aleatorias, se pueden provocar comportamientos no deseados, como bloqueos, vulnerabilidades o errores de ejecución. Las pruebas de fuzz son especialmente útiles en el contexto de la seguridad informática, ya que pueden revelar vulnerabilidades que no se detectan mediante pruebas convencionales. A menudo, estas pruebas se automatizan utilizando herramientas especializadas que generan y envían datos de prueba al software en cuestión. La naturaleza aleatoria de las entradas permite explorar una amplia gama de escenarios, lo que aumenta la probabilidad de encontrar fallos que podrían ser explotados por atacantes. Además, las pruebas de fuzz son una parte integral de los pipelines de integración continua, donde se integran y prueban cambios de código de manera frecuente. Esto asegura que cualquier nueva funcionalidad o modificación no introduzca nuevas vulnerabilidades en el sistema. En resumen, las pruebas de fuzz son una técnica valiosa para mejorar la robustez y la seguridad del software, permitiendo a los desarrolladores identificar y corregir problemas antes de que lleguen a producción.
Historia: Las pruebas de fuzz fueron introducidas por primera vez en 1988 por Barton Miller y su equipo en la Universidad de Wisconsin, como parte de un proyecto para evaluar la robustez de los sistemas en diversos entornos. Desde entonces, la técnica ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes lenguajes de programación y entornos de desarrollo. A lo largo de los años, se han desarrollado numerosas herramientas de fuzzing, como AFL (American Fuzzy Lop) y libFuzzer, que han facilitado su implementación en el ciclo de vida del desarrollo de software.
Usos: Las pruebas de fuzz se utilizan principalmente en el ámbito de la seguridad informática para identificar vulnerabilidades en aplicaciones y sistemas. Son especialmente efectivas en el testing de software que maneja datos de entrada de usuarios, como navegadores web, servidores y aplicaciones móviles. También se aplican en la validación de protocolos de red y en la evaluación de la robustez de bibliotecas y frameworks de software.
Ejemplos: Un ejemplo de pruebas de fuzz es el uso de AFL para probar un servidor web, donde se generan solicitudes HTTP aleatorias para identificar posibles fallos de seguridad. Otro caso es el uso de libFuzzer en aplicaciones de procesamiento de datos, donde se introducen datos corruptos para detectar errores de manejo de memoria.