Descripción: Las pruebas de incorporación son un tipo de evaluación que se centra en determinar cómo los nuevos componentes de software se integran y funcionan dentro de sistemas ya existentes. Este proceso es crucial para garantizar que las nuevas funcionalidades no interfieran con las operaciones actuales y que se mantenga la estabilidad del sistema. Las pruebas de incorporación se realizan típicamente en entornos controlados donde se simulan las condiciones del sistema real. Durante estas pruebas, se evalúan aspectos como la compatibilidad, la comunicación entre módulos y la respuesta del sistema ante la adición de nuevos elementos. Este tipo de pruebas es esencial en el desarrollo ágil y en la integración continua, donde los cambios se implementan de manera frecuente y rápida. Al identificar problemas de integración en etapas tempranas, se pueden reducir significativamente los costos y el tiempo de desarrollo, mejorando así la calidad del producto final. En resumen, las pruebas de incorporación son una herramienta vital para asegurar que los sistemas evolucionen de manera coherente y eficiente, permitiendo a las organizaciones adaptarse a nuevas necesidades sin comprometer la funcionalidad existente.