Descripción: Las pruebas de malware son un conjunto de procedimientos diseñados para identificar vulnerabilidades en sistemas y aplicaciones que pueden ser explotadas por software malicioso. Estas pruebas son fundamentales en el ámbito de la ciberseguridad, ya que permiten a las organizaciones evaluar la resistencia de sus infraestructuras frente a ataques de malware, que pueden incluir virus, troyanos, ransomware y otros tipos de amenazas. A través de técnicas de testing automatizado, se pueden simular ataques y analizar el comportamiento del sistema bajo condiciones adversas, lo que ayuda a descubrir debilidades antes de que sean aprovechadas por atacantes reales. Las pruebas de malware no solo se centran en la detección de vulnerabilidades, sino que también evalúan la efectividad de las medidas de seguridad implementadas, como firewalls y sistemas de detección de intrusos. Este enfoque proactivo es esencial para mantener la integridad y la confidencialidad de la información, así como para garantizar la continuidad del negocio en un entorno digital cada vez más amenazante.