Descripción: Las pruebas de reactividad son un tipo de evaluación que se centra en medir cuán rápidamente un software responde a cambios en la entrada o en su entorno. Este enfoque es crucial en el desarrollo de aplicaciones modernas, donde la interacción del usuario y la adaptabilidad del sistema son fundamentales. Las pruebas de reactividad permiten identificar cuellos de botella en el rendimiento y asegurar que las aplicaciones mantengan una experiencia de usuario fluida, incluso bajo condiciones cambiantes. Estas pruebas pueden incluir la evaluación de la respuesta a eventos de usuario, como clics o desplazamientos, así como la reacción a cambios en datos o configuraciones del sistema. La reactividad no solo se refiere a la velocidad de respuesta, sino también a la precisión y la estabilidad del software ante diversas situaciones. En un mundo donde las expectativas de los usuarios son cada vez más altas, las pruebas de reactividad se han convertido en un componente esencial del ciclo de vida del desarrollo de software, garantizando que las aplicaciones no solo funcionen correctamente, sino que también ofrezcan una experiencia de usuario óptima y satisfactoria.