Descripción: Las pruebas de regresión de rendimiento son un tipo de evaluación que se realiza para verificar si el rendimiento de una aplicación ha disminuido tras la implementación de cambios en el código, actualizaciones o nuevas funcionalidades. Estas pruebas son cruciales en el ciclo de vida del desarrollo de software, ya que aseguran que las modificaciones no afecten negativamente la velocidad, la capacidad de respuesta o la estabilidad del sistema. A través de herramientas automatizadas, se pueden ejecutar pruebas de carga y estrés que simulan múltiples usuarios y condiciones de uso, permitiendo identificar cuellos de botella y problemas de rendimiento. Este tipo de pruebas se integra dentro de las prácticas de testing automatizado, facilitando la detección temprana de problemas y la mejora continua del software. La importancia de las pruebas de regresión de rendimiento radica en su capacidad para mantener la calidad del producto a lo largo del tiempo, especialmente en entornos donde las aplicaciones están en constante evolución y deben adaptarse a nuevas demandas del mercado y de los usuarios. En resumen, estas pruebas son una parte esencial del aseguramiento de la calidad en el desarrollo de software, garantizando que las aplicaciones no solo funcionen correctamente, sino que también lo hagan de manera eficiente y efectiva.
