Descripción: Las pruebas de valores atípicos son un componente esencial del testing automatizado, diseñadas para evaluar cómo un sistema maneja datos inesperados o extremos que se desvían significativamente de la norma. Estas pruebas son cruciales para garantizar la robustez y la fiabilidad de las aplicaciones, ya que los valores atípicos pueden provocar errores, fallos o comportamientos inesperados en el software. Al simular condiciones extremas, como entradas inusuales o límites de datos, los testers pueden identificar vulnerabilidades y asegurar que el sistema responda adecuadamente, ya sea rechazando la entrada, manejando el error de manera controlada o ajustando su comportamiento para adaptarse a la situación. La implementación de estas pruebas no solo mejora la calidad del software, sino que también contribuye a una mejor experiencia del usuario, al prevenir situaciones que podrían resultar en pérdidas de datos o mal funcionamiento. En un entorno de desarrollo ágil, donde los cambios son frecuentes y rápidos, las pruebas de valores atípicos se convierten en una herramienta indispensable para mantener la integridad del sistema a lo largo de su ciclo de vida.