Descripción: Las pruebas no funcionales son un tipo de evaluación que se centra en cómo opera un sistema en lugar de lo que hace. Estas pruebas son cruciales para determinar la calidad y el rendimiento de un software, abarcando aspectos como la usabilidad, la fiabilidad, la eficiencia, la escalabilidad y la seguridad. A diferencia de las pruebas funcionales, que verifican si las funciones específicas del software funcionan correctamente, las pruebas no funcionales examinan el comportamiento del sistema bajo diversas condiciones y cargas. Esto incluye la evaluación del tiempo de respuesta, la capacidad de manejo de múltiples usuarios y la resistencia a fallos. Las pruebas no funcionales son esenciales para garantizar que el software no solo cumpla con los requisitos funcionales, sino que también ofrezca una experiencia de usuario satisfactoria y cumpla con los estándares de calidad esperados. En un entorno de desarrollo ágil, estas pruebas se integran en el ciclo de vida del desarrollo, permitiendo a los equipos identificar y corregir problemas de rendimiento y usabilidad antes de que el software llegue a producción. En resumen, las pruebas no funcionales son un componente vital en el desarrollo de software moderno, asegurando que los sistemas sean robustos, eficientes y capaces de satisfacer las expectativas del usuario final.
