Descripción: Los puertos abiertos son puertos de red que son accesibles desde Internet, lo que puede representar riesgos de seguridad si no se gestionan adecuadamente. Cada puerto en un dispositivo de red puede ser considerado como una puerta de entrada o salida para el tráfico de datos. Los puertos abiertos permiten que las aplicaciones y servicios se comuniquen a través de la red, facilitando la transferencia de información. Sin embargo, si un puerto permanece abierto sin la debida protección, puede ser explotado por atacantes para acceder a sistemas vulnerables, robar información o lanzar ataques. La gestión de puertos abiertos es crucial en la ciberseguridad, ya que implica identificar, monitorear y, en su caso, cerrar puertos innecesarios para reducir la superficie de ataque. Las organizaciones deben implementar políticas de seguridad que incluyan auditorías regulares de puertos abiertos, así como el uso de firewalls y sistemas de detección de intrusiones para proteger sus redes. La correcta configuración y gestión de puertos abiertos no solo ayuda a prevenir accesos no autorizados, sino que también asegura que los servicios legítimos funcionen de manera eficiente y segura.
