Descripción: El punto de función es una unidad de medida que cuantifica las funciones en una aplicación de software, permitiendo evaluar su tamaño y complejidad. Se basa en la funcionalidad que el software proporciona al usuario, en lugar de en el código o en el esfuerzo de desarrollo. Esta métrica se utiliza para estimar el esfuerzo necesario para desarrollar, mantener y gestionar aplicaciones, facilitando la planificación y el control de proyectos. Los puntos de función se clasifican en cinco tipos: entradas externas, salidas externas, consultas, archivos internos y archivos externos. Cada uno de estos tipos se evalúa en función de su complejidad, lo que permite asignar un valor numérico que representa su contribución al total de puntos de función de la aplicación. Esta metodología es especialmente útil en el desarrollo de software en general, ya que permite a los equipos tener una visión clara del alcance del proyecto y de las tareas a realizar, promoviendo una mejor colaboración y comunicación entre los miembros del equipo. Además, el uso de puntos de función ayuda a los gerentes de proyectos a realizar comparaciones entre diferentes proyectos y a establecer métricas de rendimiento, lo que resulta en una gestión más eficiente y efectiva de los recursos y tiempos de entrega.
Historia: El concepto de punto de función fue desarrollado en la década de 1970 por Allan Albrecht, un ingeniero de IBM, como parte de un esfuerzo por mejorar la estimación de costos y tiempos en el desarrollo de software. En 1979, Albrecht presentó su metodología en una conferencia, lo que llevó a su adopción en la industria del software. A lo largo de los años, la técnica ha evolucionado y se ha estandarizado, siendo formalmente reconocida por la International Function Point Users Group (IFPUG) en 1986. Desde entonces, se han desarrollado diversas versiones y guías para su aplicación, adaptándose a las necesidades cambiantes de la industria.
Usos: Los puntos de función se utilizan principalmente en la estimación de costos y tiempos de desarrollo de software, así como en la gestión de proyectos. Permiten a los gerentes de proyectos evaluar el tamaño de una aplicación y prever los recursos necesarios para su desarrollo. También son útiles para medir la productividad del equipo de desarrollo y para realizar comparaciones entre diferentes proyectos o versiones de software. Además, se utilizan en auditorías de software y en la evaluación de la calidad del mismo.
Ejemplos: Un ejemplo práctico del uso de puntos de función es en una empresa de desarrollo de software que está creando un sistema de gestión de inventarios. Al identificar las funciones del sistema, como la entrada de datos de productos, la generación de informes y la consulta de existencias, el equipo puede calcular el total de puntos de función. Esto les permite estimar el tiempo y los recursos necesarios para completar el proyecto. Otro ejemplo es en la planificación de un sistema de gestión de clientes, donde se pueden evaluar las funcionalidades requeridas y su complejidad para determinar el esfuerzo de desarrollo.
