Descripción: El ADN polimórfico amplificado al azar (RAPD, por sus siglas en inglés) es una técnica molecular utilizada en bioinformática y biología molecular para amplificar segmentos aleatorios de ADN. Esta metodología se basa en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), donde se utilizan cebadores cortos y aleatorios para generar fragmentos de ADN de diferentes longitudes. El resultado es un patrón de bandas que puede ser analizado mediante electroforesis en gel. RAPD es especialmente valiosa por su simplicidad y rapidez, ya que no requiere de información previa sobre la secuencia del ADN que se va a amplificar. Esta técnica permite la identificación de variaciones genéticas entre individuos, lo que la convierte en una herramienta útil en estudios de diversidad genética, taxonomía y genética forense. Además, RAPD puede ser utilizada para la evaluación de la variabilidad genética en poblaciones de plantas y animales, así como en la identificación de especies y en la caracterización de cultivos. Su capacidad para generar perfiles genéticos únicos ha hecho que RAPD sea un método popular en investigaciones que requieren un análisis rápido y eficiente de la variabilidad genética.
Historia: La técnica RAPD fue desarrollada a principios de la década de 1990 por el investigador Paul Williams y sus colegas, quienes publicaron su trabajo en 1990. Desde entonces, RAPD ha evolucionado y se ha utilizado en diversas áreas de investigación genética, incluyendo la identificación de especies y la evaluación de la diversidad genética en poblaciones.
Usos: RAPD se utiliza principalmente en estudios de diversidad genética, identificación de especies, genética forense y caracterización de cultivos. También es útil en la evaluación de la variabilidad genética en poblaciones de plantas y animales, así como en la investigación de relaciones filogenéticas.
Ejemplos: Un ejemplo del uso de RAPD es en la identificación de variedades de cultivos, donde se puede determinar la variabilidad genética entre diferentes cepas de una misma especie. Otro ejemplo es su aplicación en estudios de biodiversidad, donde se ha utilizado para evaluar la diversidad genética en poblaciones de plantas en peligro de extinción.