Descripción: Un Troyano de Acceso Remoto (RAT, por sus siglas en inglés) es un tipo de malware que permite el acceso no autorizado a un ordenador o red. Este software malicioso se instala en el sistema de la víctima sin su conocimiento y permite al atacante controlar el dispositivo de forma remota. Los RAT son particularmente peligrosos porque pueden evadir medidas de seguridad tradicionales, permitiendo al atacante realizar diversas acciones, como robar información sensible, instalar otros tipos de malware o incluso utilizar la cámara y el micrófono del dispositivo. Los RAT suelen disfrazarse como aplicaciones legítimas o se distribuyen a través de correos electrónicos de phishing, lo que facilita su propagación. Su capacidad para operar en segundo plano sin ser detectados los convierte en herramientas preferidas para los cibercriminales. Además, su uso no se limita a actividades maliciosas; también pueden ser utilizados por administradores de sistemas para acceder a equipos de forma remota con fines legítimos, aunque esto debe hacerse siempre con el consentimiento del usuario. En diversos sistemas operativos, los RAT pueden ser más difíciles de detectar debido a la naturaleza abierta de su arquitectura, lo que permite a los atacantes personalizar su malware para evadir las defensas de seguridad.
Historia: Los Troyanos de Acceso Remoto comenzaron a aparecer en la década de 1990, con el auge de Internet y la creciente conectividad de los dispositivos. Uno de los primeros ejemplos fue el programa Back Orifice, lanzado en 1998, que permitía a los atacantes controlar computadoras con Windows. A lo largo de los años, los RAT han evolucionado, adaptándose a nuevas tecnologías y sistemas operativos. Con el aumento de la cibercriminalidad, los RAT se han vuelto más sofisticados, incorporando técnicas de evasión y capacidades avanzadas de espionaje.
Usos: Los RAT se utilizan principalmente para el acceso no autorizado a sistemas informáticos, permitiendo a los atacantes robar información confidencial, como credenciales de inicio de sesión, datos bancarios y archivos personales. También pueden ser utilizados para instalar otros tipos de malware, como ransomware, o para realizar ataques de denegación de servicio. En entornos corporativos, algunos administradores de sistemas pueden utilizar RATs legítimos para realizar mantenimiento remoto, aunque esto debe hacerse con el consentimiento del usuario.
Ejemplos: Un ejemplo notable de un RAT es el malware DarkComet, que se hizo popular en la década de 2010 y se utilizó en numerosos ataques cibernéticos. Otro ejemplo es el RAT NanoCore, que ha sido utilizado para robar información personal y realizar espionaje. En el ámbito de la administración de sistemas, herramientas como TeamViewer y AnyDesk, aunque no son malware, ofrecen funcionalidades similares de acceso remoto, pero con el consentimiento del usuario.