Descripción: La recolección de evidencias es el proceso sistemático de reunir datos y artefactos que son relevantes para una investigación, especialmente en el ámbito de la ciberseguridad. Este proceso implica la identificación, preservación, análisis y presentación de información que puede ser utilizada para entender un incidente, evaluar su impacto y determinar las acciones correctivas necesarias. La recolección de evidencias es fundamental para garantizar la integridad de la información, ya que cualquier alteración puede comprometer la validez de los hallazgos. En el contexto de la seguridad, la recolección de evidencias permite a los equipos de seguridad tener una visión clara de los eventos que han ocurrido, facilitando la toma de decisiones informadas. Además, en la automatización y respuesta, la recolección de evidencias se convierte en un componente clave para la implementación de respuestas efectivas y rápidas ante incidentes de seguridad. La capacidad de recopilar y analizar datos en tiempo real es esencial para mitigar riesgos y proteger los activos de información de una organización. En resumen, la recolección de evidencias es un proceso crítico que no solo ayuda a resolver incidentes, sino que también contribuye a la mejora continua de las estrategias de seguridad.
