Descripción: Una red de ingreso es un componente crítico en la arquitectura de clústeres, especialmente en entornos de contenedores. Su función principal es gestionar el tráfico que ingresa a un clúster, actuando como un punto de entrada que permite a los usuarios y aplicaciones acceder a los servicios desplegados. Esta red se encarga de enrutar las solicitudes de los clientes a los servicios adecuados dentro del clúster, asegurando que el tráfico se dirija de manera eficiente y segura. Las redes de ingreso pueden incluir características como balanceo de carga, terminación de SSL y autenticación, lo que las convierte en una herramienta versátil para la gestión del tráfico. Además, permiten la implementación de políticas de seguridad y control de acceso, lo que es esencial en entornos donde la seguridad es una prioridad. En general, la red de ingreso se integra de manera sencilla, facilitando la exposición de aplicaciones sin la complejidad de configuraciones extensas. Esto la hace ideal para desarrolladores y equipos que buscan implementar soluciones rápidas y efectivas en la nube o en entornos locales. En resumen, la red de ingreso es fundamental para la operatividad y seguridad de los clústeres, permitiendo una gestión eficiente del tráfico y acceso a los servicios desplegados.