Descripción: La resistencia a la preimagen es una propiedad fundamental de las funciones hash criptográficas que asegura que, dado un valor hash específico, sea computacionalmente inviable encontrar una entrada que produzca ese hash. Esto significa que, incluso si un atacante conoce el hash, no debería poder deducir la información original que lo generó. Esta característica es crucial para la seguridad de diversas aplicaciones criptográficas, como la autenticación de mensajes y la integridad de datos. Las funciones hash que poseen resistencia a la preimagen son esenciales para proteger contraseñas, ya que almacenarlas como hashes en lugar de texto plano dificulta su recuperación. En términos técnicos, una función hash resistente a la preimagen debe ser determinista, rápida de calcular y debe producir un hash de longitud fija, independientemente del tamaño de la entrada. Además, debe ser resistente a colisiones, lo que significa que no debe ser fácil encontrar dos entradas diferentes que produzcan el mismo hash. La resistencia a la preimagen es, por lo tanto, un pilar en la construcción de sistemas seguros, ya que garantiza que la información sensible permanezca protegida contra ataques que intenten revertir el proceso de hashing.
