Descripción: La salud se refiere al estado y rendimiento de un sistema o aplicación. En el contexto de la tecnología, la salud de un sistema implica no solo su funcionamiento correcto, sino también su capacidad para operar de manera eficiente y sin interrupciones. Esto incluye aspectos como la disponibilidad, el rendimiento, la seguridad y la integridad de los datos. La salud de un sistema puede ser monitoreada a través de diversas herramientas y técnicas que permiten identificar problemas antes de que se conviertan en fallos críticos. Mantener la salud de un sistema es esencial para garantizar la continuidad del servicio y la satisfacción del usuario. En entornos tecnológicos, la salud de las aplicaciones y sistemas es un indicador clave de rendimiento que puede influir en la toma de decisiones estratégicas. Por lo tanto, la salud no solo se refiere a la ausencia de fallos, sino a un estado óptimo que permite a los sistemas cumplir con sus objetivos de manera efectiva y eficiente.