Descripción: La salud del ecosistema se refiere al estado de un ecosistema en términos de su estructura y función. Este concepto abarca la diversidad biológica, la estabilidad de las interacciones entre organismos y su entorno, así como la capacidad del ecosistema para resistir y recuperarse de perturbaciones. Un ecosistema saludable presenta una rica variedad de especies, lo que contribuye a su resiliencia y a la provisión de servicios ecosistémicos, como la purificación del aire y el agua, la polinización de cultivos y la regulación del clima. La salud del ecosistema también implica un equilibrio en las relaciones tróficas, donde cada organismo desempeña un papel crucial en la cadena alimentaria. La pérdida de biodiversidad, la contaminación y el cambio climático son factores que pueden comprometer la salud del ecosistema, llevando a la degradación de hábitats y a la extinción de especies. Por lo tanto, evaluar la salud del ecosistema es fundamental para la conservación y gestión ambiental, ya que permite identificar problemas y desarrollar estrategias para restaurar y mantener la integridad ecológica. En resumen, la salud del ecosistema es un indicador clave de la sostenibilidad ambiental y del bienestar humano, ya que los ecosistemas saludables son esenciales para la vida en la Tierra.
