Descripción: Un sandbox de malware es un entorno de prueba que aísla el malware para analizar su comportamiento. Este entorno simula un sistema operativo o una red, permitiendo a los investigadores y analistas de seguridad ejecutar software potencialmente malicioso sin riesgo de que este afecte a sistemas reales. Los sandboxes son herramientas esenciales en el campo de la ciberseguridad, ya que permiten estudiar las características y tácticas de los ataques cibernéticos, facilitando la creación de defensas más efectivas. Las características principales de un sandbox incluyen la capacidad de monitorear el comportamiento del malware, registrar sus interacciones con el sistema y evaluar su impacto en un entorno controlado. Además, los sandboxes pueden ser configurados para replicar diferentes sistemas operativos y configuraciones de red, lo que permite a los analistas observar cómo se comporta el malware en diversas condiciones. La relevancia de los sandboxes en la ciberseguridad radica en su capacidad para proporcionar un análisis detallado y seguro de amenazas emergentes, ayudando a las organizaciones a protegerse contra ataques y a desarrollar soluciones de seguridad más robustas.