Descripción: Un secuestrador de navegador es un tipo de malware que altera la configuración de un navegador web sin el consentimiento del usuario, redirigiendo a sitios web no deseados. Este tipo de software malicioso puede cambiar la página de inicio, el motor de búsqueda predeterminado y otras configuraciones del navegador, lo que resulta en una experiencia de navegación frustrante y potencialmente peligrosa. Los secuestradores de navegador suelen infiltrarse en los sistemas a través de descargas de software gratuito, correos electrónicos de phishing o sitios web comprometidos. Una vez instalado, puede ser difícil de eliminar, ya que a menudo se oculta en el sistema y puede reinstalarse automáticamente si no se eliminan todos sus componentes. Además, estos programas pueden recopilar información personal del usuario, como hábitos de navegación y datos de búsqueda, lo que plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad. La prevención es clave, y se recomienda el uso de software antivirus y antimalware actualizado, así como la práctica de una navegación segura para evitar caer en las trampas de estos secuestradores.
Historia: Los secuestradores de navegador comenzaron a aparecer a finales de la década de 1990 y principios de 2000, coincidiendo con el auge de Internet y la proliferación de software gratuito. Inicialmente, estos programas eran relativamente simples y se limitaban a cambiar la página de inicio del navegador. Sin embargo, con el tiempo, se volvieron más sofisticados, incorporando técnicas de ingeniería social y métodos de ocultación más complejos. A medida que los usuarios se volvieron más conscientes de la seguridad en línea, los desarrolladores de malware adaptaron sus tácticas, lo que llevó a un aumento en la variedad y la efectividad de los secuestradores de navegador.
Usos: Los secuestradores de navegador se utilizan principalmente para redirigir a los usuarios a sitios web específicos, a menudo con fines publicitarios o de afiliación. Esto puede generar ingresos para los creadores del malware a través de clics en anuncios o visitas a sitios web. Además, algunos secuestradores pueden recopilar datos de navegación del usuario, que luego se pueden vender a terceros con fines de marketing. En algunos casos, estos programas pueden estar vinculados a actividades más maliciosas, como el robo de información personal o la instalación de otros tipos de malware.
Ejemplos: Un ejemplo notable de un secuestrador de navegador es el programa ‘MyWebSearch’, que se hizo popular a principios de la década de 2000. Este software cambiaba la página de inicio y el motor de búsqueda de los navegadores sin el consentimiento del usuario, redirigiendo a los usuarios a resultados de búsqueda patrocinados. Otro caso es el ‘CoolWebSearch’, que se infiltró en los sistemas a través de descargas de software gratuito y causó estragos en la configuración del navegador, dificultando su eliminación.