Descripción: El seguimiento del progreso es un proceso fundamental en la gestión de proyectos que implica monitorear el estado de las tareas y entregables a lo largo del ciclo de vida del proyecto. Este proceso permite a los equipos identificar desviaciones respecto a los planes originales, facilitando la toma de decisiones informadas para garantizar que los objetivos se cumplan en tiempo y forma. En el contexto de metodologías ágiles, el seguimiento del progreso se realiza de manera continua, utilizando herramientas como tableros Kanban o gráficos de burndown, que visualizan el avance del trabajo y ayudan a mantener la transparencia entre los miembros del equipo. Además, el seguimiento del progreso fomenta la colaboración y la comunicación, ya que permite a los equipos discutir los obstáculos y ajustar las prioridades según sea necesario. En desarrollos guiados por comportamiento (BDD), el seguimiento del progreso se centra en la verificación de que las funcionalidades desarrolladas cumplen con los comportamientos esperados, lo que asegura que el producto final se alinee con las necesidades del usuario. En resumen, el seguimiento del progreso es una práctica esencial que no solo ayuda a mantener el rumbo del proyecto, sino que también promueve la adaptabilidad y la mejora continua en el trabajo en equipo.