Descripción: La seguridad ad-hoc se refiere a las medidas de seguridad que se implementan según sea necesario, en lugar de seguir un enfoque predefinido o sistemático. Este concepto se basa en la idea de que las amenazas y vulnerabilidades pueden variar significativamente según el contexto, lo que requiere una respuesta flexible y adaptativa. Las características principales de la seguridad ad-hoc incluyen su naturaleza temporal y específica, lo que significa que las soluciones se aplican en función de la situación particular que se enfrenta. Esto puede abarcar desde la implementación de protocolos de seguridad en respuesta a un incidente específico, hasta la creación de políticas de acceso temporal para usuarios en situaciones excepcionales. La relevancia de la seguridad ad-hoc radica en su capacidad para abordar problemas inmediatos de seguridad de manera efectiva, permitiendo a las organizaciones reaccionar rápidamente ante amenazas emergentes. Sin embargo, también puede presentar desafíos, como la falta de consistencia en la aplicación de medidas de seguridad y la posibilidad de que se pasen por alto aspectos críticos si no se evalúan adecuadamente las circunstancias. En un mundo donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas y dinámicas, la seguridad ad-hoc se convierte en una herramienta valiosa para complementar las estrategias de seguridad más estructuradas y a largo plazo.
