Descripción: La seguridad conductual implica analizar el comportamiento del usuario para mejorar las medidas de seguridad. Este enfoque se basa en la premisa de que los patrones de comportamiento de los usuarios pueden ser indicadores clave para detectar actividades inusuales o potencialmente maliciosas. Al monitorear y evaluar cómo interactúan los usuarios con los sistemas, las organizaciones pueden identificar desviaciones que podrían señalar un intento de acceso no autorizado o un compromiso de seguridad. La seguridad conductual se integra en diversas áreas, incluyendo la seguridad de la información, donde se pueden establecer políticas que restrinjan el acceso basado en el comportamiento habitual del usuario. En el ámbito de la gestión de identidad y acceso, permite crear perfiles de usuario que se ajustan a sus hábitos, facilitando la autenticación y el control de acceso. Además, en el contexto de normativas de seguridad informática, la seguridad conductual se convierte en un componente esencial para cumplir con regulaciones que exigen la protección de datos y la prevención de fraudes. Este enfoque no solo mejora la seguridad, sino que también optimiza la experiencia del usuario al reducir las falsas alarmas y permitir un acceso más fluido a los recursos necesarios.
