Descripción: La seguridad de proceso se refiere a las medidas tomadas para proteger los procesos del acceso no autorizado. En un entorno de computación, los procesos pueden ejecutarse en diferentes modos de privilegio, siendo comúnmente el modo kernel y el modo usuario. El modo kernel es el nivel más alto de privilegio, donde el sistema operativo tiene acceso completo a todos los recursos del hardware y puede ejecutar cualquier instrucción. En este modo, se gestionan las operaciones críticas del sistema, como la gestión de memoria y la comunicación entre procesos. Por otro lado, el modo usuario es un nivel de privilegio más bajo, donde las aplicaciones y los programas de usuario se ejecutan con restricciones. Esto significa que no pueden acceder directamente a los recursos del hardware ni ejecutar instrucciones que puedan comprometer la estabilidad del sistema. La separación entre estos dos modos es fundamental para la seguridad de proceso, ya que evita que un programa malicioso en modo usuario pueda afectar el funcionamiento del sistema operativo o acceder a datos sensibles. Esta arquitectura de seguridad permite que el sistema operativo controle el acceso a los recursos y garantice que los procesos se ejecuten de manera segura y aislada, protegiendo así la integridad y confidencialidad de la información.
