Descripción: La seguridad en capas es un enfoque que utiliza múltiples medidas de seguridad para proteger el acceso a los sistemas. Este concepto se basa en la idea de que, al implementar varias barreras de seguridad, se reduce la probabilidad de que un atacante pueda acceder a un sistema o a datos sensibles. La autenticación multifactor (MFA) es una de las estrategias más efectivas dentro de este enfoque, ya que requiere que los usuarios proporcionen dos o más formas de verificación antes de obtener acceso. Estas formas de autenticación pueden incluir algo que el usuario sabe (como una contraseña), algo que el usuario tiene (como un token o un teléfono móvil) y algo que el usuario es (como una huella dactilar o reconocimiento facial). La combinación de estas medidas crea un entorno más seguro, ya que incluso si una capa de seguridad es comprometida, las otras siguen protegiendo el acceso. La seguridad en capas es especialmente relevante en un mundo donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, y su implementación se ha vuelto esencial para proteger tanto a individuos como a organizaciones de posibles brechas de seguridad.
Historia: La autenticación multifactor tiene sus raíces en la necesidad de mejorar la seguridad en el acceso a sistemas críticos. Aunque los métodos de autenticación han existido desde hace décadas, la MFA comenzó a ganar popularidad en la década de 2000, especialmente con el aumento de las amenazas cibernéticas. En 2004, el National Institute of Standards and Technology (NIST) de EE. UU. publicó directrices que promovían el uso de MFA como una forma de fortalecer la seguridad en el acceso a sistemas gubernamentales y comerciales. Desde entonces, la MFA ha evolucionado con la incorporación de tecnologías como la biometría y la autenticación basada en dispositivos móviles.
Usos: La autenticación multifactor se utiliza en una variedad de contextos, incluyendo el acceso a cuentas bancarias en línea, sistemas de correo electrónico, redes corporativas y aplicaciones de servicios en la nube. Es especialmente común en entornos donde la protección de datos sensibles es crítica, como en el sector financiero, la atención médica y la administración pública. La MFA ayuda a mitigar el riesgo de acceso no autorizado, incluso si las credenciales de un usuario son comprometidas.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de autenticación multifactor es el uso de un código enviado por SMS a un teléfono móvil, que debe ser ingresado junto con la contraseña al acceder a una cuenta en línea. Otro ejemplo es el uso de aplicaciones de autenticación, como Google Authenticator, que generan códigos temporales que el usuario debe ingresar además de su contraseña. Además, muchas instituciones financieras requieren que los usuarios se autentiquen mediante un token físico o una aplicación de autenticación, además de su contraseña, para realizar transacciones importantes.