Descripción: Un sensor de alta altitud es un dispositivo diseñado específicamente para operar en condiciones atmosféricas extremas, donde la presión y la temperatura pueden variar significativamente. Estos sensores son fundamentales en aplicaciones que requieren la recolección de datos en altitudes elevadas, como en la investigación atmosférica, la meteorología y la exploración espacial. Su diseño robusto y su capacidad para resistir condiciones adversas, como bajas temperaturas y baja presión, los hacen ideales para su uso en aeronaves, globos de investigación y satélites. Además, suelen estar equipados con tecnología IoT (Internet de las Cosas), lo que les permite transmitir datos en tiempo real a través de redes inalámbricas, facilitando el monitoreo y análisis de la información recolectada. La integración de estos sensores en sistemas más amplios permite una mejor comprensión de fenómenos atmosféricos y climáticos, así como la optimización de operaciones en entornos de alta altitud. En resumen, los sensores de alta altitud son herramientas esenciales para la recopilación de datos en condiciones extremas, contribuyendo a avances en diversas disciplinas científicas y tecnológicas.