Descripción: Un sensor de resistencia a la tracción es un dispositivo diseñado para medir la resistencia que un material ofrece cuando se le aplica una fuerza de tracción. Este tipo de sensor es fundamental en diversas aplicaciones industriales y de investigación, ya que permite evaluar la integridad estructural de materiales y componentes. Los sensores de resistencia a la tracción funcionan mediante la detección de cambios en la resistencia eléctrica de un material conductor o semiconductor cuando se somete a tensión. A medida que el material se estira, su resistencia cambia, lo que se traduce en una señal eléctrica que puede ser medida y analizada. Estos sensores son altamente sensibles y pueden proporcionar datos precisos sobre la deformación y el estrés en los materiales, lo que los convierte en herramientas esenciales para ingenieros y científicos. Además, su integración en sistemas de monitorización permite la evaluación continua y en tiempo real de estructuras, facilitando la toma de decisiones informadas sobre mantenimiento y seguridad. La capacidad de estos sensores para operar en entornos hostiles y su facilidad de integración con otras tecnologías hacen que sean una opción popular en la industria moderna.