Descripción: Un sensor de sólidos disueltos totales (TDS) es un dispositivo que mide la concentración de sólidos disueltos en una solución, generalmente en agua. Estos sólidos pueden incluir sales, minerales y otros compuestos químicos que se encuentran en el líquido. La medición de TDS es crucial en diversas aplicaciones, ya que proporciona información sobre la calidad del agua y su idoneidad para diferentes usos. Los sensores TDS funcionan mediante la medición de la conductividad eléctrica del agua; a mayor concentración de sólidos disueltos, mayor será la conductividad. Este tipo de sensor es fundamental en el ámbito del Internet de las Cosas (IoT), ya que permite la monitorización remota y en tiempo real de la calidad del agua, facilitando la toma de decisiones informadas en la gestión de recursos hídricos. Además, su integración en sistemas IoT permite la recopilación de datos para análisis posteriores, contribuyendo a la sostenibilidad y eficiencia en el uso del agua. Los sensores TDS son compactos, fáciles de instalar y pueden ser utilizados en una variedad de entornos, desde laboratorios hasta instalaciones industriales y sistemas de tratamiento de agua.
Historia: Los sensores de sólidos disueltos totales comenzaron a desarrollarse en la década de 1970, cuando la necesidad de monitorear la calidad del agua se volvió más crítica debido a la creciente preocupación por la contaminación y la gestión de recursos hídricos. A medida que la tecnología avanzaba, se mejoraron los métodos de medición, permitiendo una mayor precisión y facilidad de uso. En los años 90, con el auge de la tecnología digital, los sensores TDS se volvieron más accesibles y se integraron en sistemas automatizados de monitoreo de agua, lo que facilitó su uso en aplicaciones industriales y ambientales.
Usos: Los sensores de sólidos disueltos totales se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluyendo el tratamiento de agua potable, la acuicultura, la agricultura, y la monitorización de cuerpos de agua naturales. En el tratamiento de agua, ayudan a garantizar que el agua cumpla con los estándares de calidad antes de ser distribuida. En acuicultura, se utilizan para monitorear la salud del agua en la que viven los peces. En agricultura, permiten a los agricultores optimizar el riego y el uso de fertilizantes al medir la salinidad del agua.
Ejemplos: Un ejemplo práctico del uso de un sensor TDS es en sistemas de tratamiento de agua potable, donde se utilizan para monitorear la calidad del agua antes de su distribución. Otro ejemplo es en acuicultura, donde los sensores TDS ayudan a mantener condiciones óptimas para el crecimiento de los peces, asegurando que los niveles de salinidad sean adecuados. Además, en la agricultura, los sensores TDS se utilizan para medir la salinidad del agua de riego, lo que permite a los agricultores ajustar sus prácticas de riego y fertilización.