Descripción: Un sensor in-situ es un dispositivo diseñado para medir condiciones directamente en el entorno que se estudia. A diferencia de los sensores que requieren un proceso de muestreo o que operan a distancia, los sensores in-situ están ubicados en el lugar donde se producen los fenómenos que se desean monitorizar. Esto les permite proporcionar datos en tiempo real y con alta precisión sobre variables como temperatura, humedad, presión, calidad del aire, entre otros. Estos sensores son fundamentales en diversas aplicaciones tecnológicas, donde la recopilación de datos en tiempo real es crucial para la toma de decisiones informadas. La capacidad de operar en el entorno específico permite a los sensores in-situ ofrecer información contextualizada, lo que mejora la calidad de los datos y la efectividad de las soluciones basadas en ellos. Además, su integración con redes IoT permite la transmisión continua de datos a plataformas de análisis, facilitando la monitorización y el control de procesos en distintas industrias, desde la agricultura hasta la gestión de recursos hídricos y la salud pública.