Descripción: El Servicio Gradado es un modelo de calidad de servicio que permite ofrecer diferentes niveles de atención y recursos a distintos tipos de tráfico en una red. Este enfoque se basa en la premisa de que no todos los datos o aplicaciones requieren el mismo nivel de servicio, lo que permite optimizar el uso de los recursos disponibles. En este modelo, se clasifican las aplicaciones y el tráfico en categorías que pueden incluir, por ejemplo, voz, video y datos, cada una con sus propias necesidades de latencia, ancho de banda y fiabilidad. Esto significa que, por ejemplo, las llamadas de voz pueden recibir prioridad sobre la transferencia de archivos, garantizando así una experiencia de usuario más fluida y eficiente. Las características principales del Servicio Gradado incluyen la capacidad de gestionar el tráfico de manera dinámica, la asignación de recursos en función de la demanda y la implementación de políticas que aseguran que los niveles de servicio acordados se cumplan. Este enfoque es especialmente relevante en entornos donde la congestión de la red puede afectar la calidad de la experiencia del usuario, como en redes móviles o en la transmisión de contenido multimedia. En resumen, el Servicio Gradado es una estrategia clave para garantizar que diferentes tipos de tráfico reciban el tratamiento adecuado, mejorando así la eficiencia y la satisfacción del usuario en entornos de red complejos.
