Descripción: Un servicio no gestionado se refiere a un tipo de servicio que no se supervisa ni se controla activamente por parte de un proveedor o administrador. Esto implica que los usuarios son responsables de la gestión y el mantenimiento del servicio, lo que puede incluir la configuración, la actualización y la solución de problemas. Este enfoque permite a las organizaciones tener un mayor control sobre sus recursos y costos, ya que pueden personalizar el servicio según sus necesidades específicas. Sin embargo, también conlleva riesgos, ya que la falta de supervisión puede resultar en problemas de seguridad, rendimiento y disponibilidad. Los servicios no gestionados son comunes en entornos donde las empresas tienen el personal y la experiencia técnica necesarios para manejar sus propios sistemas, como en el caso de servidores dedicados o infraestructura de nube privada. En contraste, los servicios gestionados ofrecen un nivel de soporte y supervisión que puede aliviar la carga de trabajo del personal interno, permitiendo que se concentren en otras áreas críticas del negocio. En resumen, un servicio no gestionado proporciona flexibilidad y control, pero requiere un compromiso significativo de recursos y conocimientos por parte del usuario.
