Descripción: Un Sistema de Gestión de Calidad (SGC) es un enfoque formalizado que documenta procesos, procedimientos y responsabilidades para lograr políticas y objetivos de calidad. Este sistema permite a las organizaciones mejorar su eficiencia operativa y garantizar que sus productos y servicios cumplan con las expectativas de los clientes y las normativas aplicables. Un SGC se basa en principios fundamentales como el enfoque al cliente, la participación del personal, el enfoque basado en procesos y la mejora continua. La implementación de un SGC ayuda a las empresas a identificar y gestionar riesgos, optimizar recursos y fomentar una cultura de calidad en toda la organización. Además, un SGC puede ser certificado por organismos externos, lo que proporciona una validación adicional de su efectividad y compromiso con la calidad. En el contexto actual, los SGC se integran cada vez más con tecnologías avanzadas, como la automatización y la analítica de datos, para mejorar la monitorización y el cumplimiento de estándares de calidad en tiempo real.
Historia: El concepto de gestión de calidad comenzó a tomar forma en la década de 1920, con el trabajo de pioneros como Walter A. Shewhart, quien introdujo el control estadístico de procesos. En la década de 1950, la gestión de calidad se expandió con la influencia de expertos como W. Edwards Deming y Joseph Juran, quienes promovieron la importancia de la calidad en la producción y la gestión. En 1987, la Organización Internacional de Normalización (ISO) publicó la norma ISO 9001, que se convirtió en un estándar internacional para los sistemas de gestión de calidad, estableciendo un marco para que las organizaciones mejoren su calidad y eficiencia.
Usos: Los Sistemas de Gestión de Calidad se utilizan en diversas industrias, incluyendo manufactura, servicios, salud y tecnología. Su aplicación permite a las organizaciones estandarizar procesos, mejorar la satisfacción del cliente y cumplir con regulaciones y normativas. Además, los SGC son herramientas clave para la mejora continua, ya que facilitan la identificación de áreas de mejora y la implementación de acciones correctivas. También son utilizados para la certificación de calidad, lo que puede ser un requisito para acceder a ciertos mercados o clientes.
Ejemplos: Un ejemplo de un Sistema de Gestión de Calidad es el utilizado por Toyota, conocido como el Sistema de Producción Toyota (TPS), que se centra en la mejora continua y la eliminación de desperdicios. Otro ejemplo es el sistema implementado por la empresa farmacéutica Pfizer, que sigue las normativas de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) para garantizar la calidad y seguridad de sus productos. Además, muchas empresas tecnológicas, como Microsoft, utilizan SGC para asegurar la calidad en el desarrollo de software a través de prácticas de integración continua y pruebas automatizadas.
