Descripción: Los Sistemas de Gestión de Energía (SGE) son herramientas tecnológicas diseñadas para monitorear, controlar y optimizar el consumo de energía en diversas instalaciones, como edificios, fábricas y redes eléctricas. Estos sistemas permiten a los usuarios obtener una visión clara del uso de energía, identificar áreas de mejora y aplicar estrategias para reducir costos y minimizar el impacto ambiental. Los SGE integran hardware y software que recopilan datos en tiempo real sobre el consumo energético, permitiendo la visualización de patrones y tendencias. Además, facilitan la automatización de procesos, como el ajuste de la iluminación y la climatización, en función de la ocupación y las condiciones ambientales. La implementación de estos sistemas no solo contribuye a la eficiencia energética, sino que también ayuda a cumplir con normativas y estándares de sostenibilidad. En un mundo donde la demanda de energía sigue creciendo, los SGE se han vuelto esenciales para gestionar de manera efectiva los recursos energéticos, promoviendo un uso más responsable y consciente de la energía.
Historia: Los Sistemas de Gestión de Energía comenzaron a desarrollarse en la década de 1970, en respuesta a la crisis del petróleo y la creciente preocupación por el consumo energético. Durante este período, las empresas comenzaron a buscar formas de reducir costos y mejorar la eficiencia energética. En los años 80 y 90, la tecnología de la información avanzó, permitiendo la creación de software más sofisticado para la gestión de energía. A partir de 2000, con el auge de la sostenibilidad y la eficiencia energética, los SGE se volvieron más comunes en diversas industrias, impulsados por normativas y estándares internacionales como ISO 50001.
Usos: Los Sistemas de Gestión de Energía se utilizan en una variedad de sectores, incluidos la industria manufacturera, edificios comerciales, hospitales y redes eléctricas. Su principal aplicación es la monitorización y análisis del consumo energético, lo que permite a las organizaciones identificar ineficiencias y establecer objetivos de reducción de energía. También se utilizan para la automatización de procesos, como el control de iluminación y climatización, y para la integración de fuentes de energía renovable en la red eléctrica.
Ejemplos: Un ejemplo de un Sistema de Gestión de Energía es el software Energy Star Portfolio Manager, que permite a los edificios comerciales rastrear su consumo energético y compararlo con otros similares. Otro caso es el uso de sistemas de gestión en fábricas que implementan sensores IoT para optimizar el uso de maquinaria y reducir el consumo energético durante los períodos de inactividad.
