Descripción: El software de integración de terceros es una herramienta que permite la conexión y comunicación entre diferentes aplicaciones y servicios que no fueron diseñados para trabajar juntos de manera nativa. Este tipo de software facilita la transferencia de datos y la sincronización de procesos entre plataformas diversas, optimizando así la eficiencia operativa de las empresas. A menudo, se presenta en forma de aplicaciones SaaS (Software como Servicio), lo que significa que se ofrece a través de la nube y se puede acceder desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. Las características principales de este software incluyen APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) que permiten a los desarrolladores integrar funcionalidades de diferentes servicios, así como interfaces de usuario intuitivas que facilitan la configuración y gestión de las integraciones. La relevancia del software de integración de terceros radica en su capacidad para mejorar la interoperabilidad entre sistemas, reducir la duplicación de esfuerzos y permitir a las organizaciones aprovechar al máximo sus herramientas tecnológicas existentes.
Historia: El concepto de integración de software comenzó a tomar forma en la década de 1990 con el auge de la computación en red y el desarrollo de APIs. A medida que las empresas comenzaron a adoptar múltiples aplicaciones para diferentes funciones, la necesidad de integrar estos sistemas se volvió evidente. En los años 2000, con la llegada del SaaS, la integración de terceros se convirtió en un componente esencial para las empresas que buscaban optimizar sus operaciones. Herramientas como Zapier, lanzada en 2011, popularizaron la integración de aplicaciones al permitir a los usuarios conectar diferentes servicios sin necesidad de programación. Desde entonces, el software de integración ha evolucionado, incorporando capacidades más avanzadas y adaptándose a las necesidades cambiantes de las organizaciones.
Usos: El software de integración de terceros se utiliza principalmente para automatizar flujos de trabajo, sincronizar datos entre aplicaciones y mejorar la comunicación entre diferentes sistemas. Por ejemplo, las empresas pueden utilizar estas herramientas para conectar su software de gestión de relaciones con clientes (CRM) con plataformas de marketing por correo electrónico, asegurando que la información de los clientes se mantenga actualizada en ambas plataformas. También se emplea para integrar sistemas de contabilidad con plataformas de comercio electrónico, facilitando la gestión de inventarios y la contabilidad en tiempo real.
Ejemplos: Un ejemplo de software de integración de terceros es Zapier, que permite a los usuarios crear ‘Zaps’ para automatizar tareas entre más de 2,000 aplicaciones. Otro ejemplo es Integromat (ahora Make), que ofrece una interfaz visual para diseñar flujos de trabajo complejos entre diferentes servicios. Además, plataformas como MuleSoft y Dell Boomi son utilizadas por empresas grandes para integrar sistemas empresariales a gran escala.
