Descripción: La suplantación de correo electrónico es el acto de falsificar la dirección del remitente en un correo electrónico para engañar al destinatario. Este tipo de ataque se utiliza comúnmente en fraudes y estafas, donde el atacante intenta hacerse pasar por una entidad confiable, como un banco, una empresa o un conocido. La suplantación puede llevar a la divulgación de información sensible, como contraseñas o datos financieros, y puede resultar en pérdidas económicas significativas para las víctimas. Las características principales de este tipo de ataque incluyen la manipulación de la dirección ‘De’ en el encabezado del correo, lo que puede hacer que el mensaje parezca legítimo. Además, los atacantes pueden utilizar técnicas de ingeniería social para aumentar la probabilidad de que el destinatario caiga en la trampa. La relevancia de la suplantación de correo electrónico ha crecido con el aumento del comercio electrónico y la dependencia de la comunicación digital, lo que ha llevado a un mayor enfoque en la ciberseguridad y la necesidad de educar a los usuarios sobre cómo identificar y evitar estos ataques.
Historia: La suplantación de correo electrónico se remonta a los inicios del correo electrónico en la década de 1970. A medida que el uso del correo electrónico se expandió en los años 80 y 90, también lo hicieron las técnicas de suplantación. Uno de los primeros incidentes notables ocurrió en 1996, cuando un grupo de hackers utilizó la suplantación para enviar correos electrónicos fraudulentos a usuarios de AOL. Con el tiempo, la suplantación se ha vuelto más sofisticada, especialmente con el auge de las redes sociales y el comercio electrónico, lo que ha llevado a un aumento en la implementación de medidas de seguridad como SPF (Sender Policy Framework) y DKIM (DomainKeys Identified Mail) para combatir este problema.
Usos: La suplantación de correo electrónico se utiliza principalmente en fraudes y estafas, donde los atacantes buscan engañar a las víctimas para que revelen información confidencial o realicen transacciones financieras. También se utiliza en ataques de phishing, donde los atacantes envían correos electrónicos que parecen provenir de fuentes legítimas para robar credenciales de acceso. Además, puede ser utilizada en campañas de desinformación, donde se busca manipular la opinión pública o crear confusión.
Ejemplos: Un ejemplo de suplantación de correo electrónico es el ataque de phishing en el que un atacante envía un correo que parece provenir de un banco, solicitando que el destinatario actualice su información de cuenta a través de un enlace. Otro caso notable fue el ataque a la campaña presidencial de 2016 en EE. UU., donde se utilizaron correos electrónicos falsificados para difundir información errónea y manipular la percepción pública.