Descripción: Una tarjeta inteligente es un dispositivo de plástico que contiene circuitos integrados embebidos, diseñados para almacenar y procesar datos de manera segura. Estas tarjetas son utilizadas principalmente para la autenticación, permitiendo a los usuarios acceder a sistemas y servicios mediante un método de identificación que combina algo que el usuario tiene (la tarjeta) con algo que el usuario sabe (como un PIN). Las tarjetas inteligentes pueden ser de contacto, donde se insertan en un lector, o sin contacto, donde se comunican a través de tecnología RFID. Su diseño compacto y su capacidad para realizar operaciones criptográficas las convierten en una herramienta esencial en la seguridad digital moderna. Además, su uso se ha expandido más allá de la simple autenticación, abarcando aplicaciones en áreas como la gestión de identidades, el acceso a servicios financieros y la protección de datos sensibles. La versatilidad de las tarjetas inteligentes las hace fundamentales en la lucha contra el fraude y el acceso no autorizado, garantizando que solo los usuarios legítimos puedan acceder a información crítica.
Historia: Las tarjetas inteligentes fueron introducidas por primera vez en 1974 por el ingeniero francés Roland Moreno, quien patentó el concepto. Sin embargo, su uso comercial no se popularizó hasta la década de 1990, cuando comenzaron a ser adoptadas en Europa para aplicaciones como la identificación y el acceso a servicios bancarios. A medida que la tecnología avanzaba, las tarjetas inteligentes evolucionaron para incluir capacidades de almacenamiento y procesamiento más sofisticadas, lo que permitió su uso en una variedad de sectores, desde la salud hasta el transporte público.
Usos: Las tarjetas inteligentes se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluyendo la autenticación de usuarios en sistemas informáticos, el acceso a instalaciones seguras, la gestión de identidades digitales y como medio de pago en transacciones financieras. También son comunes en sistemas de transporte público, donde permiten a los usuarios pagar tarifas de manera rápida y eficiente.
Ejemplos: Un ejemplo de tarjeta inteligente es la tarjeta de crédito con chip EMV, que proporciona una capa adicional de seguridad en las transacciones. Otro ejemplo son las tarjetas de identificación emitidas por gobiernos que almacenan información personal y biométrica, utilizadas para acceder a servicios públicos.
