Descripción: El tiempo de inactividad no programado se refiere a interrupciones inesperadas que pueden interrumpir los servicios y requerir esfuerzos de recuperación. Este fenómeno puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo fallos de hardware, errores de software, problemas de red, desastres naturales o ataques cibernéticos. A diferencia del tiempo de inactividad programado, que es planificado y generalmente comunicado a los usuarios, el tiempo de inactividad no programado puede ocurrir sin previo aviso, lo que puede llevar a pérdidas significativas en términos de productividad y confianza del cliente. Las organizaciones deben estar preparadas para gestionar este tipo de interrupciones, implementando estrategias de recuperación ante desastres que les permitan restaurar rápidamente sus operaciones. La capacidad de una empresa para minimizar el tiempo de inactividad no programado es crucial para mantener la continuidad del negocio y proteger sus activos digitales. En un entorno empresarial cada vez más dependiente de la tecnología, la gestión efectiva del tiempo de inactividad no programado se ha convertido en un componente esencial de la planificación estratégica y de la infraestructura tecnológica.