Descripción: El concepto de ‘tirar’ en el contexto de Kanban se refiere a un método de producción en el que el trabajo es ‘tirado’ a través del sistema en función de la demanda real, en lugar de ser ‘empujado’ a través de un proceso predefinido. Este enfoque permite una mayor flexibilidad y adaptabilidad, ya que las tareas se inician solo cuando hay una necesidad específica, lo que ayuda a minimizar el desperdicio y a optimizar el flujo de trabajo. En un sistema Kanban, los equipos visualizan el trabajo en curso mediante tableros que representan las diferentes etapas del proceso, lo que facilita la identificación de cuellos de botella y la priorización de tareas. La filosofía detrás de ‘tirar’ se basa en la idea de que la producción debe alinearse con la demanda del cliente, lo que resulta en una mayor eficiencia y satisfacción del cliente. Este enfoque también fomenta la mejora continua, ya que los equipos pueden ajustar su capacidad y procesos en función de la retroalimentación y los resultados obtenidos.
Historia: El concepto de ‘tirar’ en Kanban tiene sus raíces en el sistema de producción de Toyota, desarrollado en la década de 1940. Taiichi Ohno, un ingeniero de Toyota, implementó este sistema para mejorar la eficiencia y reducir el desperdicio en la producción automotriz. A lo largo de los años, el enfoque Kanban se ha adaptado y adoptado en diversas industrias, convirtiéndose en una metodología clave en la gestión de proyectos y en la producción ágil.
Usos: El método ‘tirar’ se utiliza principalmente en la gestión de proyectos y en la producción ágil, donde la flexibilidad y la adaptación a la demanda son cruciales. Se aplica en entornos de desarrollo de software, manufactura, logística y servicios, permitiendo a los equipos responder rápidamente a los cambios en las necesidades del cliente y optimizar sus procesos.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de ‘tirar’ en acción es un equipo de desarrollo de software que utiliza un tablero Kanban para gestionar sus tareas. Cada vez que un desarrollador completa una tarea, ‘tira’ la siguiente tarea de la lista de prioridades, asegurando que solo se trabaje en lo que es necesario en ese momento. Otro ejemplo se encuentra en una línea de producción donde los componentes son ensamblados solo cuando hay un pedido específico, evitando la acumulación de inventario innecesario.