Descripción: El tokenismo es la práctica de hacer solo un esfuerzo superficial para ser inclusivo con los miembros de grupos marginados. Esta estrategia se utiliza a menudo en contextos organizacionales y sociales, donde se busca dar la impresión de diversidad y equidad sin implementar cambios significativos en las estructuras de poder o en las políticas internas. El tokenismo puede manifestarse de diversas formas, como la inclusión de una o dos personas de grupos subrepresentados en un equipo, pero sin otorgarles un verdadero poder de decisión o influencia. Esta práctica no solo es problemática porque perpetúa la desigualdad, sino que también puede resultar en una falta de autenticidad en las iniciativas de diversidad. En el ámbito de la inteligencia artificial (IA), el tokenismo puede reflejarse en la forma en que se desarrollan y entrenan los modelos, donde se incluyen datos de diversas demografías, pero sin un análisis profundo de los sesgos que pueden estar presentes en esos datos. En resumen, el tokenismo es una forma de superficialidad en la inclusión que puede tener consecuencias negativas tanto para los individuos como para las organizaciones, ya que no aborda las raíces de la desigualdad y puede llevar a una mayor desconfianza entre los grupos marginados y las instituciones que dicen representarlos.
Historia: El término ‘tokenismo’ comenzó a ganar popularidad en la década de 1970, especialmente en el contexto de los movimientos por los derechos civiles y la igualdad de género. Se utilizó para describir la inclusión simbólica de personas de grupos minoritarios en organizaciones que, de otro modo, eran predominantemente homogéneas. A lo largo de los años, el concepto ha evolucionado y se ha aplicado a diversas áreas, incluyendo el ámbito corporativo y académico, donde se ha criticado la falta de compromiso real con la diversidad.
Usos: El tokenismo se utiliza principalmente en contextos organizacionales y sociales para dar la impresión de diversidad y equidad. En el ámbito empresarial, puede manifestarse en la contratación de empleados de grupos subrepresentados sin proporcionarles oportunidades reales de liderazgo o influencia. En la educación, puede verse en la inclusión de estudiantes de diversas etnias en programas sin un apoyo adecuado para su éxito. También se observa en campañas publicitarias que presentan diversidad de manera superficial para atraer a un público más amplio.
Ejemplos: Un ejemplo de tokenismo es la inclusión de una mujer o una persona de color en una junta directiva que, en su mayoría, está compuesta por hombres blancos, sin que esta persona tenga voz en las decisiones importantes. Otro caso es la representación de minorías en películas o series de televisión, donde los personajes son estereotipos y no reflejan la complejidad de sus experiencias. En el ámbito de la IA, un modelo que se entrena con datos de diversas etnias pero que no aborda los sesgos inherentes en esos datos también es un ejemplo de tokenismo.