Descripción: El tráfico de control se refiere a los datos utilizados para gestionar y controlar las operaciones de la red. Este tipo de tráfico es esencial para el funcionamiento eficiente de las redes de área local (LAN), ya que permite la comunicación entre dispositivos y la coordinación de sus actividades. A diferencia del tráfico de datos, que se centra en la transmisión de información entre usuarios o aplicaciones, el tráfico de control se ocupa de aspectos como la configuración, el monitoreo y la gestión de la red. Incluye protocolos y mensajes que ayudan a establecer conexiones, mantener la calidad del servicio y garantizar la seguridad de la red. Por ejemplo, el tráfico de control puede incluir mensajes de protocolo de control de transmisión (TCP), que son fundamentales para establecer y mantener conexiones entre dispositivos, así como mensajes de administración de red que permiten a los administradores supervisar el estado y el rendimiento de la red. En resumen, el tráfico de control es un componente crítico que asegura que los dispositivos en una LAN funcionen de manera coordinada y eficiente, facilitando la comunicación y el intercambio de datos entre ellos.