Descripción: El tráfico de ráfaga se refiere a la transmisión de datos que ocurre en ráfagas en lugar de un flujo constante. Este tipo de tráfico es característico de aplicaciones que requieren un uso intensivo de ancho de banda en momentos específicos, lo que puede resultar en picos de actividad seguidos de períodos de inactividad. En términos de calidad de servicio (QoS), el tráfico de ráfaga plantea desafíos únicos, ya que puede afectar la latencia y la disponibilidad de recursos para otras aplicaciones que requieren un flujo de datos más constante y predecible. Las características principales del tráfico de ráfaga incluyen su naturaleza intermitente, la variabilidad en la tasa de transferencia de datos y la necesidad de gestionar adecuadamente los recursos de red para garantizar un rendimiento óptimo. La gestión del tráfico de ráfaga es crucial en entornos donde múltiples aplicaciones compiten por el mismo ancho de banda, y se utilizan técnicas como la priorización de paquetes y la asignación dinámica de recursos para mitigar sus efectos. En resumen, el tráfico de ráfaga es un fenómeno común en redes modernas que requiere atención especial para mantener la calidad del servicio y la eficiencia en la transmisión de datos.
